Dieta Saludable y Fertilidad

Dieta Saludable

Ya hemos hablado anteriormente de la importancia que tiene la alimentación en la salud femenina en general, con artículos como «Tips para Aliviar los Síntomas del Ciclo Menstrual» o «Las 4 Fases del Ciclo Menstrual: ¿Cuáles son y qué comer en cada una de ellas?»

Seguir una dieta saludable puede ayudarte a tener un ciclo menstrual regular, además de tratar patologías como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), eliminar los síntomas premenstruales. También puede aumentar la fertilidad. Sí, seguir una dieta antiinflamatoria puede mejorar tu salud hormonal y, por tanto, aumentar tu fertilidad si deseas quedarte embarazada sin complicaciones.

Antes de recurrir a tratamientos médicos y técnicas de reproducción asistida, has de tener muy en cuenta tu temperatura basal y tu calendario de ovulación, y por qué no, apostar por remedios naturales como ciertos alimentos. Algunos de ellos ponen en funcionamiento la hipófisis, una glándula que segrega distintos tipos de hormonas, entre ellas, la FSH, que es la encargada de madurar los óvulos.

De hecho, para poder conseguir unos óvulos de buena calidad es indispensable llevar una alimentación sana y equilibrada, llena de nutrientes específicos. Además, debes reducir casi al máximo la ingesta de alcohol y tabaco, así como de los alimentos que no ayudan a mejorar la calidad del óvulo (por ejemplo, las grasas saturadas, un enemigo sustancial de la estimulación ovárica).

Una dieta equilibrada es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier sistema de nuestro organismo; el sistema reproductor no es una excepción.

Es conocido por la comunidad sanitaria que la carencia o el exceso de determinados nutrientes tiene una repercusión negativa sobre nuestro organismo. Por este motivo, además de la recomendación de lograr un peso adecuado (ni sobrepeso ni por debajo del peso ideal), se aconseja llevar a cabo una dieta equilibrada.

Sigue una dieta saludable

A continuación te explicaremos cómo algunos micronutrientes, vitaminas y minerales pueden ayudar en la mejora de la fertilidad femenina, ya que son esenciales para la preparación del embarazo.

Ácido fólico (folato)

Es una vitamina del grupo B, concretamente B9, que disminuye el riesgo de aborto espontáneo, según algunos estudios. Por tanto, se recomienda una dieta que cubra las necesidades de este nutriente a todas las mujeres que quieran quedarse embarazadas. Los alimentos ricos en folato son las verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, canónigos, rúcula…), las legumbres o los frutos secos.

Hay mencionar que el folato es la forma natural de esta vitamina, mientras que el ácido fólico es la forma sintética de este micronutriente y se encuentra, por ejemplo, en suplementos.

Vitamina A

Esta vitamina es imprescindible para el correcto mantenimiento de las diversas mucosas del organismo, entre ellas, la mucosa uterina, donde debe implantarse el óvulo fecundado. Por otro lado, también interfiere en el ciclo menstrual, en el desarrollo de la placenta y en otros aspectos de la reproducción femenina. Por tanto, hemos de asegurar cubrir las necesidades de esta vitamina a través de una alimentación rica en frutas y hortalizas de color rojizo o anaranjado. El melón, la piña, la calabaza, el melocotón o la zanahoria son algunas de las opciones.

Vitamina E

También denominada en algunos casos como la vitamina de la fertilidad puesto que se ha relacionado su déficit con la incapacidad para la reproducción en distintas especies animales. Se cree que la relación entre esta vitamina y el sistema reproductor se debe a que la vitamina E tiene un alto poder antioxidante que protege los tejidos de los radicales libres y toxinas ambientales. Por tanto, para que no existan carencias de este nutriente tendremos que asegurar unas dosis adecuadas de aceites vegetales (en especial el aceite de oliva) y frutos secos oleaginosos.

Hierro

Es muy importante empezar un embarazo con unas concentraciones séricas de hierro óptimas, ya que durante el proceso las demandas del mismo se van a ver incrementadas.  Los alimentos que lo pueden aportar son carnes, pescados, legumbres, frutos secos, huevo o verduras como las espinacas, los espárragos o las judías.

Zinc

El zinc influye en la ovulación y fertilización y, durante el embarazo, una deficiencia de zinc puede provocar diversas anomalías como aborto espontáneo, malformaciones, retraso en el crecimiento o prematuridad. Por otro lado, como antioxidante, puede ayudar al retraso del envejecimiento celular y folicular que aumentará las posibilidades de embarazo. Algunos de los alimentos más ricos en zinc son ostras, almejas, carnes rojas o hígado de ternera.

Una dieta saludable es tarea de dos

Finalmente, es importante aclarar que ambos miembros de la pareja tienen un papel fundamental en el embarazo y que, si bien la alimentación es un punto clave en el proceso de fertilización, las posibilidades de concebir pueden mejorar si se ponen en manos de un profesional de la salud.

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